jueves, enero 11, 2007

gracias por darme valor

(escribí 8-12-06) En algun punto del pasado, él me dió fé en mí misma. No fué el único, pero con sus palabras, me mostró un valor en mí, que yo no conseguía ver, por causa de humillaciones que me borraron el amor propio.Ya sé que tiene mil defectos, pero si no fuera por él, que me abrió los ojos, yo hubiera demorado, (o no, no hay cómo saberlo) para arrancar hacia algún objetivo.
Con mi novio "televisivo" ya muerto, me pasó algo parecido: yo pensaba equivocada, que mi valor era uno, y en realidad era otro. Si él no me hubiese alertado, de manera casi cruel, hubiera desperdiciado mi tiempo, corriendo atrás de planes alocados que al final no hubieran tenido ningún sentido.Una vez dije, que la cruda realidad me fué mostrada por él, de una manera casi sádica, pero hoy reconozco, que yo me movía en una dimensión casi onírica, típica de post hippie de los 80. No entraba en mi cabeza que era imposible, o por lo menos,casi, el cambiar completamente mi entorno y el mundo.
Para las "Quixote" como yo, el amor y la voluntad, eran dueñas de la situación.
Pero ví que este planeta tiene una dirección equivocada. No es solamente llamarse Tierra, cuando en realidad es pura agua, sino que a pesar de todos los "jingle Bells" y palomas de la paz, y Organizaciones mundiales, está en nuestra sangre el desear vivir en conflicto eternamente.
Ya no intento cambiar el mundo, pero tampoco tiro la toalla.
Por lo menos en lo que hace a mi vida, y lo que me rodea, las cosas funcionan con marchas y contramarchas, porque acepto cuando me equivoco y retomo el hilo, o paro para pensar o tomar fuerzas, para no lastimar los otros o para prevenir que me lastimen.
Una vez dije que prefería vivir en carne viva, a vivir con coraza, pero hoy aminoro el paso, y digo que sin usar yelmo, por lo menos tengo que usar algún tipo de escudo, porque soldada viva, sirve para otra guerra.
Si continuaba candidamente a poner el pecho ante la invasión me iban a empujar al hambre, la ruina o la muerte.
Sí! No exagero ni un poco, y si no, es solo analizar mi cuenta bancaria y el socorro que pedí para alimentar ocho perros y veintidos gatos, colección de causas perdidas que no podía mantener ni curar. Las epidemias se llevaron a diez, y eso me hundió en la depresión, hasta conseguir una idea acomodaticia de la vida y la muerte que me diera un consuelo.
Hoy, mas tranquila con una perra y una gata, que ni siquiera están conmigo, porque la nueva causa es cuidar de mi mamá, veo que puedo luchar contra el lado obscuro de mi misma, al no tener mas la rebeldía gratuita que me movía antes.
No ganaría nada si fuera ruda, cruel o antipática, fuera de rechazo, mala predisposición y no obtener apoyo en caso de necesitarlo, lo que me hace tener un nuevo ángulo móvil de la cosa, que hasta lo hace más interesante.

No hay comentarios.: