Into the Wild (o Hacia rutas salvajes, Camino salvaje o Aventura en Alaska) es un filme con guion y dirección de Sean Penn, y basado en el libro de Jon Krakauer escrito en 1996. Narra la historia de un joven que decidió alejarse de la sociedad por problemas familiares y su gusto por la lectura naturalista y existencialista (Jack London, Henry Thoreau) y se transformó en un trotamundos. Atravesó California, Oregón y Dakota del Sur, entre otros durante algo más de dos años, hasta sentir el impulso de vivir solo en contacto con la naturaleza salvaje, por lo que se fue a Alaska. Allí, encontró un viejo autobús abandonado, el "autobús mágico", que le sirvió de refugio. Con un rifle de caza y libros sobre plantas silvestres comestibles, vivió durante semanas. Había refugios y rutas hacia vías transitadas a pocos kilómetros, pero el no tenía un mapa y la crecida de un río le impide regresar por lo que sigue viviendo en el autobús en un paisaje que poco a poco se va convirtiendo en hostil. El autor del libro busca paralelismos entre sí mismo , el personaje del libro (real) y otros tantos adolescentes que se alejan del mundo materialista para desaparecer en los bosques, montañas y desiertos, muy despreparados para la vida salvaje. Alexander Supertramp es el seudónimo que elige para romper con el pasado. Lamentablemente, super mal equipado y sin noción de donde estaba, murió de inanición. MUCHOS DE NOSOTROS TUVIMOS ESE INSTINTO SALVAJE DE PARTIR PARA LO DESCONOCIDO, MUCHAS VECES SIN UN CENTAVO, HACIENDO AUTOSTOP EN LA RUTA, DURMIENDO BAJO LOS ARBOLES Y METIENDO SIN QUERER LA CABEZA EN LA BOCA DEL LOBO. Si salimos con vida fue por suerte, ya que otros no la tuvieron. A veces se trata de cruzar el desierto para llegar a una ciudad dorada, otras simplemente son romanticas aventuras. Cientos de adolescentes han sido violados y asesinados y sus cuerpos jamas se encontraron. Pero cada año otros cientos o miles, parten de sus hogares com rumbos inciertos, sintiendose libres y poderosos. Muchas veces puse mi vida en riesgo subiendo de madrugada en autos desconocidos en rutas sin un alma a la vista, o subi cerros sin estar preparada y sin material adecuado, corriendo el riesgo de despeñarme o ser picada por una víbora. Me he lanzado al agua sin saber nadar. Bajé colinas en bicicleta sin freno, confiando solo en mis reflejos. Me mezclé con personas peligrosas. Viajé a lugares distantes y fríos sin el dinero necesario para sobrevivir. Podran decir que tuve un ángel de la guarda muy ocupado. He sido loca e inconsciente y descuidé el miedo de mi familia. Llegué a pensar que me faltaba el famoso instinto de supervivencia. .......................................................... Hoy me río porque mi hermano diez años menor, piensa que solo vivo metida en la notebook ... Si supieras Javier Domínguez que lejos estoy de ser una abuelita normal ! Dudo que con todo tu entrenamiento militar, llegues a la vejez con la predisposición física al movimiento que puedo tener. Somos desconocidos. Nuestra madre mal me entendía y nuestro padre era mi par intelectual, pero no tenía ese fuego en las venas que debe venir de la rama española y femenina y que no creo que hayas heredado. El que andes por las sierras armado hasta los dientes con tu nfaltable sombrero vaquero, no es el hábito que hace al monje. No te veo cargando 20 litros de agua en la mochila por 4 kilometros hasta tu carpa, ni te veo haciendo fuego bajo la lluvia con leña mojada, ni creo que cazes para comer. No te veo construyendo una cabaña para pasar el invierno de menos de cero grados, ni juntando carqueja, diente de león, ortiga, lechuga de campo. No te veo creando compost y sembrando tomate o zapallo y regando . Si, somos desconocidos. Nos perdimos cuando tenías unos 10 años y yo me fui de casa a buscar todas las maneras posibles de ser mas humana y racional y mas conectada con lo natural, lejos de esa ciudad gris que me perturbaba el alma. No somos tan distintos pero somos. Y quedate tranquilo, equilibro muy bien el escribir o leer, con el palear metros de tierra y piedras o caminar en la playa. No moriré sentada en una oficina, atendiendo a jefes que no saben lo que hacen n piensan y llegan a sus puestos por simple decantación y adoran usar su poder sobre los subalternos. No es algo qu me interese dominar personas, tener fama, o dinero. Lo mío es la tierra, el mar y los seres verdaderamente HUMANOS.